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La ansiedad es una reacción normal que se desencadena ante una amenaza o peligro.

Aunque la mayoría de las veces buscamos eliminarla, la ansiedad cumple un papel importante y adaptativo, teniendo su origen en algunas emociones como el miedo.

Cuando la ansiedad es desproporcionada, pierde su funcionalidad adaptativa tornándose en una preocupación constante ante un futuro incierto.

¿Por qué ocurre la ansiedad y el cansancio? El sistema nervioso autónomo se pone en funcionamiento cuando nuestro cuerpo se encuentra en un estado constante de alarma, y se encarga de activar algunas respuestas en nuestro cuerpo como las dificultades para conciliar el sueño, problemas de digestión o taquicardia entre otros. Dicha sobreactivación nos genera un gasto de energía en nuestro organismo cuando se prolonga en el tiempo, agotando nuestros recursos en diferentes áreas de nuestra vida (personal, laboral, familiar, social…).

Por otro lado, la preocupación sobre el futuro que caracteriza la ansiedad, viene de un deseo de poder controlar todo, incluida la ansiedad.

Podemos hacernos a la idea de la gran cantidad de recursos que nuestro organismo invierte en una idea futura que se escapa de nuestro control y que aún no ha ocurrido, todavía no existe. Así, la cantidad de preocupación que invertimos en problemas futuros nos aleja del presente, llevándonos a vivir en una constante preocupación que nos hace estar en piloto automático.

Todas estas sensaciones que nos genera, podemos tomarlas como señales de que algo no marcha bien, como una “señal de alarma”. Nuestro cuerpo es sabio y todo lo que ocurre en él,  ya sea una sensación agradable o desagradable,  nos da la oportunidad de darnos cuenta de aquello que puede ser gestionado para nuestro bienestar.

En el momento que nos resistimos a sentir la ansiedad también estamos empleando gran cantidad de energía desviándonos de lo que es importante para nosotros en el momento presente. Sin embargo, podemos aceptar la ansiedad, dándole el espacio necesario para que no nos condicione. Así viviremos de manera mas sana y pausada.

 

Paula Palacián

Psicóloga