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Introducción

La pareja es como un jardín en el que en medio hay un cristal que lo separa. En cada lado, hay un jardinero que va a decidir cómo se cuida esa parcela del jardín.

 

El jardín mediterráneo y el jardín tropical

Uno de los jardineros va a sembrar un jardín mediterráneo y lo va a atender buscando que sea, desde su criterio, el mejor jardín.

El otro jardinero hace florecer un jardín tropical creando así una parcela diferente, pero tratando de cuidarlo según su propio juicio acerca de cómo debe ser el mejor jardín.

Ambos jardineros construyen sus parcelas tomando cada uno la responsabilidad de mantenimiento y cuidado para que éstas puedan florecer y dotar al jardín de muchos frutos y recursos ecológicos.

 

Descuido y compromiso en la pareja

No obstante, puede ocurrir que, en algún momento, los jardineros dejen de lado ese compromiso con sus parcelas.

Por un lado, el jardinero de la parcela mediterránea puede estar tan pendiente del jardín tropical que acabará regando fuera de las macetas al no estar focalizado en su trabajo. Todo ese cuidado requiere un gasto y un esfuerzo por parte del jardinero que no está sabiendo optimizar para su parcela del jardín.

Por otro lado, el jardinero de la parcela tropical puede estar descuidando su trabajo porque empieza a dar por hecho que el otro jardinero se acabará haciendo cargo de su parte del trabajo. De este modo, acabará dejando su parcela abandonada.

 

Mirada sistémica en la relación de pareja

Si planteamos un razonamiento a través de una mirada sistémica podemos darnos cuenta de dos aspectos muy interesantes:

  1. Si el jardinero mediterráneo percibe que el otro jardinero está abandonado su parcela, acabará adoptando una conducta hipervigilante y exigente acerca de la parcela tropical. Además, tratará de salvarla dejando de lado su propia parcelita.

 

  1. Si el jardinero tropical percibe que el otro jardinero está siendo demasiado exigente, acabará abandonando su parcela. Además, puede desvanecer su nivel de compromiso con el cuidado de su parcela dado que, haga lo que haga, nunca será suficiente para el otro.

 

Por tanto, que un jardín se vea descuidado tiene que ver con la dificultad de ambos jardineros para mantener el compromiso con su propia parcela. Además, entre ellos pueden acabar retroalimentando este gasto de recursos para el cuidado del jardín.

Crisis en la pareja y responsabilidad compartida

Dentro de las parejas puede suceder algo parecido. Es normal que ocurran momentos de crisis. En función de la historia vital de cada uno de los miembros de la pareja, podrán tender a perseguir o a evitar al otro.

En esos momentos complicados, se hace necesario retomar esta mirada con cierta perspectiva circular en la que no existe un culpable sino la falta de responsabilidad por parte de ambos.

Lo adecuando es que cada uno retome el compromiso para hacer florecer la parte de la relación que les toca cuidar.

 

Conclusión

Adoptar una mirada sistémica nos ayuda a entender que la responsabilidad en una relación es compartida. Cuando surgen crisis, lo importante es que cada miembro retome el compromiso de cuidar su parte, sin culpar al otro. Sólo así podremos hacer florecer nuestra relación como un hermoso jardín.

 

Paloma Alcázar

Psicóloga Familiar Sistémica

Paloma Alcázar

Psicóloga