A lo largo de la historia muchos filósofos, poetas, científicos y pensadores se han enfrentado al desafío que supone tratar de definir el amor.
El amor es un hecho complejo, que incluye numerosas experiencias y emociones, por tanto, podríamos pensar que hay numerosas explicaciones válidas.
Muchas de estas definiciones se encuentran implícitas en historias que nos acompañan y han dejado huella, como puede ser la trágica historia de amor presente en Romeo y Julieta o la historia japonesa del hilo rojo que conecta a las personas destinadas a estar juntas.
Pero, como a nosotros nos gusta la psicología, hoy venimos a contaros cómo el psicólogo Robert J. Sternberg define el amor, tras un largo estudio lleno de investigaciones empíricas, análisis de casos y revisión de literatura.
Aunque ya hemos dicho que el amor es un fenómeno complejo, Sternberg lo define como un triángulo con tres vértices fundamentales:
1. La pasión
La pasión es la llama inicial que enciende la chispa del amor. Esa energía que nos empuja a acercarnos física y emocionalmente a nuestra pareja.
La pasión está cargada de deseo y atracción, es lo que nos guía hacia la conexión. Pero… la pasión sola se puede quemar rápidamente, ¿Qué podemos hacer para aumentar su duración y crear una relación sólida?
2. Compromiso
A la pasión, se le van añadiendo los cimientos que necesita una relación a largo plazo. Conlleva pasar tiempo con la otra persona y construir un futuro juntos.
Los ingredientes básicos para crear el cemento de una relación sana son la confianza y la lealtad.
3. Intimidad
El último vértice nos habla de la intimidad, ese lugar dónde podemos compartir nuestros pensamientos más personales, llevando la relación más allá del plano físico, llegando al plano emocional.
Pero el camino hacia la intimidad y la conexión emocional es largo y el medio de transporte es la comunicación entre ambos miembros de la pareja.
Por tanto, la clave para una buena relación de pareja es mantener un equilibrio dinámico entre todos los componentes. Podemos pensar que no todas las relaciones comienzan igual, unas surgen de la pasión y otras de la confianza e intimidad, pero el objetivo de todas es alcanzar todos los pilares y fortalecerlos de manera equitativa a lo largo del tiempo.
Y vosotros, ¿Cómo vivís este triángulo? ¿Cultiváis todos los vértices equitativamente? Reflexionar acerca de estas preguntas, nos puede abrir la puerta a comprender cómo es nuestra relación y cómo podemos mejorarla.
María Sánchez
Psicóloga y Logopeda