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Hoy, 15 de junio es el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. En España, hay 9,38 millones de personas que superan los 65 años, casi un 20% de la población española, cifra que va aumentando cada año.

La esperanza de vida está aumentando, un 6% de toda la población tiene más de 80 años. Pero debemos pensar si esa esperanza de vida está acompañada de calidad de vida. A menudo podemos observar noticias como las siguientes: “el 30% de las personas mayores de 65 años viven solas”, “Allanan una residencia de mayores y abusan sexualmente de una anciana impedida”, “Amnistía señala a los mayores en residencias como las mayores víctimas de violación de derechos humanos en la pandemia”.  Las Naciones Unidas señalan que en países desarrollados sitúan el maltrato a las personas mayores entre un 1% y un 10%, aunque en la mayoría de los países este está semioculto y no se puede medir su magnitud.

Este maltrato puede ser de diferentes tipos: físico, abuso sexual, abuso económico, restricciones, maltrato psicológico,  negligencia y abandono. Nos vamos a centrar en las consecuencias que tiene a nivel psicológico este tipo de abusos:

  • Cambios en la conducta, se modifica la personalidad, es más dependiente, …
  • Fenómeno de indefensión aprendida, donde la persona maltratada siente que no se puede defender.
  • Déficit de estimulación sensorial, debido a la soledad, que puede desembocar en una alteración de la audición, de la visión, y en trastornos del habla y de la voz.
  • Déficit neurocognitivo: este problema se ve agravado por los abusos, además, en personas que lo presentan es más difícil detectarlo.

Como enunció el titular de la ONU, Antonio Guterres, “ninguna persona, joven o vieja, es prescindible” por lo que es necesario ayudar a promover su salud y bienestar para evitar cualquier maltrato o abuso en la vez, defendiendo así la protección de los derechos de las personas mayores.

María Sánchez

Psicóloga y Logopeda

María Sánchez

Psicóloga y Logopeda