El 7 de Junio se conmemora el día de la concientización del Síndrome de Tourette, en honor a la neuropsiquiatra Mary Robertson, la cual ha escrito más de 100 artículos científicos sobre el Síndrome de Tourette. El nombre se le debe al neurólogo francés Georges Gilles de la Tourette, que comenzó a investigar en 1980 algunos casos de personas con tics, y que tras analizar diferentes casos clínicos describió este síndrome que lleva su nombre.
El Síndrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición de movimientos y sonidos repetidos, conocidos como tics, los cuales no se pueden controlar. Los primeros síntomas del Síndrome de Tourette suelen aparecer en la infancia o en la adolescencia, y pueden tener distintos grados de frecuencia y gravedad. Además pueden empeorar si los pacientes están enfermos, ansiosos o emocionados. Asimismo, pueden cambiar con el tiempo.
Los tics según las partes del cuerpo que estén involucradas pueden ser simples o complejos. Los tics simples son repentinos, breves y repetitivos, implicando un número limitado de grupos musculares, por ejemplo parpadeo de ojos, encoger los hombros o sacudir la cabeza. Por su parte los tics complejos se caracterizan por movimientos diferentes y coordinados que involucran varios grupos musculares, por ejemplo tocar u oler objetos, repetir movimientos o caminar siguiendo cierto patrón.
Los tics según la forma de emisión pueden ser motores o vocales. Los tics motores pueden darse en el cuello, la cara, las extremidades…. Los tics vocales pueden emitir sonidos determinados o presentar ecolalia que es la repetición de palabras o frases.
La celebración del 7 de junio como el día de concientización sobre el Síndrome de Tourette, pretende resaltar la importancia de promover la investigación y de ese modo encontrar nuevos caminos para afrontar de la mejor manera esta enfermedad.
Paula Palacián
Psicóloga