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Para los aventureros que les gustan los viajes de larga distancia, el jet lag es un acompañante que, además de acoplado, es molesto. Nos hace sentirnos desorientados y fatigados, lo que hace que estas visitas tan deseadas se conviertan en toda una odisea. Esto se produce porque se da un desajuste entre el reloj interno del cuerpo y los cambios repentinos de horario al llegar al destino.

Por suerte para la mayoría, es una molestia temporal que desaparece de forma gradual, dejando que el cuerpo se vaya adaptando al horario.  Sin embargo, ¿cómo lo viven las personas que están constantemente viajando? Azafatos de vuelo y pilotos de aviones, corredores de Fórmula 1 y astronautas, se enfrentan a diario a los problemas que acarrea este desfase horario.

Tripulantes de vuelo

Viajar por todo el mundo puede ser el sueño de muchos, pero que no todo es de color de rosa. Estos viajes tan frecuentes hacen que aumenten los trastornos de sueño y fatiga crónica, haciendo que sea todo un desafío el poder aguantar el desgaste físico y mental. Es por eso por lo que deben de estar preparados para lidiar con todos estos problemas y seguir estilos de vida saludables para poder mantenerse lo más equilibrados posible.

Es por ello por lo que reciben formación sobre cómo manejar los periodos de descanso para evitar el agotamiento y los problemas más severos a largo plazo. Es más, pueden tomarse días libres cuando sienten que necesitan descansar y “recargar pilas”.

Según ESNAEUROPA, y a pesar de que depende mucho de la compañía y la época del año, suelen tener 10 días libres al mes y trabajar 30 horas semanales. Además, existen rotaciones entre turnos de mañana, tarde y noche; y no se suele trabajar más de 12 horas seguidas. El calendario con las rotaciones se da al inicio de cada mes, y el tipo de día se clasifica en tres tipos: día de actividad (trabajan sí o sí), día de standby (similar a una guardia, donde deben de estar pendientes del móvil y estar cerca del aeropuerto) y día franco (similar al día standby, pero con avisos con 24 horas de antelación).

Lo primero que se les suele decir que consideren es la dirección en la que viajan, ya que es en función de esta que se eligen las medidas más adecuadas como hacer una siesta o recurrir a suplementos como la melatonina.

 

Fórmula 1

Estos desafíos no sólo los enfrentan los pilotos, ya que toda la escudería está implicada. Desde los mecánicos e ingenieros hasta el personal logístico tienen que estar en perfecta forma física y mental para que el piloto tenga el mejor rendimiento en la pista.

Y las agendas de las carreras son exigentes. Solo hay que ver la cantidad de desplazamientos que tienen: Bahréin, Yeda, Melbourne, Miami, Mónaco, Singapur, Zandvoort, … Esto significa que se deben adaptar a los cambios de huso horario, la carga adicional de estrés y la fatiga del equipo.

Por ello, deben implementar estrategias que van más allá del entrenamiento físico y mental de los pilotos. Todos los miembros del equipo tienen acceso a programas de bienestar y apoyo emocional que les ayuda a gestionar el estrés y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.

Además, la logística detrás de cada carrera. Desde el transporte de coches y el equipo técnico, la coordinación de las paradas en boxes, entre otros, debe estar cuidadosamente planificada para garantizar un funcionamiento óptimo.

Una estrategia propuesta por Nico Rosberg implica ajustes graduales en la hora de acostarse y levantarse antes de un gran premio para mitigar los efectos del jetlag, y parece ser una de las estrategias más eficaces.

Astronautas

Por último, los astronautas también tienen un desafío único con respecto a adaptarse a entornos extremos. Aquí ya no se trata sólo de cambios de horarios: falta de gravedad, diferencia en la duración del día y la noche en el espacio, ruido constante, problemas de calidad de aire y luz y grandes cargas de trabajo. Todo esto supone cambios drásticos en el ritmo circadiano. Pero las pautas que siguen para regular los patrones de sueño son similares a las que se podrían utilizar en la Tierra.

Se procura seguir una rutina tanto de horas de descanso como de comidas sincronizado con el horario terrestre, además de disponer tiempo para ellos. Gracias a esto, muchas veces no es necesario utilizar suplementos.

En el espacio también se ha experimentado con luces de distintos tipos de colores para emular los cambios de iluminación terrestre. Por ejemplo, al amanecer y anochecer se utilizan luces más rojizas ya que facilitan la inducción del sueño, mientras que durante el día luz con ondas más azuladas, lo que hace que estén más alertas y activos.

La farmacología espacial todavía está en periodos de estudios, ya que se desconocen cómo los medicamentos afectan en el espacio. Estos avances son cruciales para garantizar la salud y el bienestar de los astronautas durante sus viajes al espacio y su estancia en ambientes extraterrestres.

Pautas

 

Ya seas el próximo Neil Armstrong o un viajero ocasional, es importante tener una buena rutina de sueño. La World Sleep Society habla de 10 pautas generales que nos pueden ayudar:

  1. No tomar excitantes como café, té, alcohol, etcétera, especialmente al final del día o de la tarde.
  2. Comer algo ligero una o dos horas antes de dormir, pero sin tener sensación de hambre al acostarse. Para relajarse antes de irse a dormir, se puede tomar un vaso de leche caliente (sin chocolate) o una infusión sin teína.
  3. Hacer ejercicio a diario, pero no en las últimas horas del día para evitar que el organismo se active.
  4. No dormir siestas de más de 20 – 30 minutos, y nunca por la tarde – noche.
  5. Tener en cuenta los efectos secundarios de ciertos fármacos, ya que estos pueden producir insomnio.
  6. Seguir un horario regular de sueño, intentando acostarse y levantarse a la misma hora. Si no se concilia el sueño a los 15 minutos, es mejor salir de la cama y relajarse en otro lugar para volver a la cama.
  7. Evitar luz azul y brillante en la última hora de la tarde y por la noche, ya que van a dificultar la conciliación del sueño.
  8. Evitar hacer tareas que impliquen actividad mental en la cama, como leer, utilizar el ordenador, etcétera.
  9. Establecer un ambiente adecuado: evitar ruidos, usar colores relajantes, una cama confortable, entre otros.
  10. A veces se pueden realizar rituales antes de acostarse que incluya conductas relajantes como escuchar música, lavarse los dientes, una ducha templada, etcétera.

En definitiva, el jetlag puede ser molesto, pero si uno se prepara de forma adecuada y sigue estrategias efectivas, se puede minimizar sus efectos, ya sea en la Tierra, en la pista o en el espacio exterior.

Bon voyage~!

 

Áurea Franco

Psicóloga y Logopeda

 

Aurea Franco

Psicóloga y Logopeda